La idea de fondo es compartir una práctica asequible (y no un yoga excesivo o acrobático) y potenciar la práctica personal y el conocimiento profundo que hay en la disciplina del Yoga. Es un horario que nos va bien, antes de cualquier actividad laboral o familiar, con la ventaja de poder ver las sesiones grabadas en diferido si no se puede asistir en vivo.
La ciencia del Yoga tiene una profundidad insondable. El enfoque postural a través de los âsanas nos ayuda a tener una mayor fortaleza corporal, y las técnicas respiratorias (prânâyâma) a calmar nuestro mundo emocional y a energetizarnos. Para gestionar el estrés utilizamos técnicas de relajación, y para cultivar la atención, ejercicios de concentración. Sin olvidarnos que el Yoga es también una filosofía y una forma de vivir, de alimentarse y purificarse en cuerpo y mente.
Yoga de la Escucha. Creemos que la práctica, así como la vida, la tenemos que llevar desde una escucha más profunda de nuestras necesidades, expectativas y límites con los que nos encontramos. De tal manera que en la práctica de Yoga nunca tenemos que forzar, más bien, encontrar nuestro límite y, desde ahí, respirar, relajar y avanzar de forma progresiva. Patañjali nos recuerda que âsana es un equilibrio entre firmeza y abandono.
Yoga Integral. El Yoga es una ciencia que incluye el cuerpo, la mente y el ser. Nos proporciona técnicas amplias para dar respuesta a todas las dimensiones del ser humano. En una misma sesión deberíamos partir de una escucha y un breve calentamiento antes de la serie de posturas. Sin olvidar las técnicas de relajación, los ejercicios de respiración y el espacio de silencio interior.
Yoga y vida. El Yoga que proponemos es para conseguir una vida con más plenitud. Enfocamos las cualidades de equilibrio, coordinación, flexibilidad, fuerza y resistencia a través de una gran amplitud de posturas estáticas y ejercicios dinámicos precisamente para sentirnos más fuertes y seguros en la vida real. Conociendo a fondo la anatomía podemos mejorar la práctica para no lesionarnos.
Yoga con Soportes. La ley principal en la práctica del Hatha Yoga es la de encontrar un equilibrio entre la firmeza (sthira) y la comodidad y el abandono (sukha). Este equilibrio delicado requiere una atención constante para no forzar la postura y llegar a la lesión, pero tampoco para perder la intensidad suficiente para drenar las tensiones. A esto le llamamos auto regulación y lo podemos hacer con el propio cuerpo pero también, de forma inteligente, con soportes como el bloque, la cinta, la manta, la silla, la pared, el bastón o diferentes pelotas apropiadas para ello.