Podríamos decir que la meditación es el corazón del Yoga. Sentarnos periódicamente se vuelve necesario para parar la mente y comprendernos un poco mejor. Hacer silencio interior para que aparezca la claridad suficiente para enfocar armoniosamente nuestra vida. Pero la meditación, en cualquier tradición, requiere de una arquitectura sagrada paso a paso utilizando de forma adecuada diferentes soportes de la atención y símbolos que nos inspiren y recuerden lo esencial.
Meditación Síntesis recoge lo esencial de las tradiciones meditativas evitando la sobrecarga ritualista y religiosa que están en su interior. Como antropólogo y meditador siento necesario proponer un ajuste a nuestra época y cultura, integrando la tradición con los avances actuales en la evolución de la conciencia.
Nuestro enfoque está basado en un viaje a través de 7 etapas cada una con un objetivo preciso y unas técnicas determinadas. De la misma manera tendremos en cuenta los obstáculos posibles que pueden aparecer en cada etapa, desde la agitación a la fantasía, desde la negatividad a la dispersión, entre otros. Para superarlos aportamos poderosas imágenes evocadoras que sirven, valga el ejemplo, como un balón de oxígeno para el alpinista, sin perder la conciencia de la resistencia del propio ego que teme su disolución en la fuente de lo que somos.
La importancia de la práctica. Necesitamos fortalecer la voluntad, por un lado, y enfocar una motivación fuerte para no dejarnos llevar por las embestidas de las circunstancias. Y es necesario recordar que sin práctica, no hay arte ni verdadero conocimiento. Para que la práctica tenga éxito es necesario, tal como nos lo recuerda la tradición, que sea continua y sin interrupción, hecha con consideración y orientada hacia un fin elevado. Yo añadiría que tiene que ser inteligente, conectada con lo que necesitamos, de forma progresiva, sin perder la globalidad de lo que somos y, a ser posible, supervisada.
Meditación Laica. Independientemente de las creencias que tengamos, una meditación laica, sin sobrecarga ritualista, evitando cualquier jerarquía de poder y adaptada al momento y cultura en el que vivimos nos ayuda a sentir, tal vez, una mayor libertad. Porque es necesario, a estas alturas, desligar espiritualidad de religión. Podemos ser espirituales sin necesidad de asumir ningún credo, basta con la búsqueda de sentido en la vida y la reconexión con la unidad de la existencia.
Las estrategias de la Meditación. Es importante tener una estructura clara y sólida de cómo meditar tal como hace el alpinista cuando aborda la cumbre a través de unas estaciones base bien delimitadas. Y no menos importante, es la sentir un grupo de apoyo que se reúne periódicamente, que puede hablar sobre temas de interés y compartir vivencias entrañables. La filosofía puede ayudarnos a darle profundidad a la misma experiencia. Y, en últimas, tener un espacio para preguntar o para concretar una supervisión cuando sea necesaria.